English/Spanish Translator: Mariana Acosta
Melisa es argentina y antes de venir a CICD estaba trabajando en una compañía de seguros; en esa época había obtenido el título de Turismo y hacía trabajos de forma independiente los fines de semana. Ahora, ella llega de India con su equipo y nos ofrece una entrevista para conocer más detalles de su enriquecedora experiencia.
Acerca del inicio y los primeros pasos en el programa:
Empecé el programa Gaia en Noviembre de 2017 para unirme al equipo de Climate Activist de Mayo 2018. Tenía tres razones principales para unirme al programa. Primero, necesitaba un cambio de rutina. Segundo, sentía que el programa de Climate Activist estaba relacionado con mi profesión de Turismo y quería empezar a ser más consiente por el medio ambiente. Por otro lado, me dio curiosidad aprender agricultura.
Así, en el programa aprendí agricultura orgánica, a cuidar el medio ambiente y a realizar las camas de permacultura.
Por una parte, lo más difícil durante el periodo Gaia fue sentir la necesidad de alcanzar mis objetivos; por otro lado, lo mejor de este tiempo para mí fue la vida en comunidad y sentir el trabajo en equipo.
Más adelante, en el periodo de entrenamiento de Climate Activist, el reto más grande para mí fue la comunicación- teníamos formas muy diferentes de manejar las situaciones, de escuchar, de estar abiertos a nuevas ideas y llegar a acuerdos. Por otra parte, lo mejor, definitivamente, fue el viaje a Escocia… fue muy gratificante para mi equipo.
Si hablamos de tu período de servicio, podrías darnos algunos ejemplos de qué aprendiste y qué lograste en este tiempo?
Nuestro periodo de servicio estuvo dividido en dos partes. Inicialmente trabajé en TCGD-DRH Mathura, en Uttar Pradesh (para capacitación de desarrollo comunitario). Aquí ayudamos a los profesores, trabajamos en mejorar las habilidades de enseñanza, organizamos actividades con la comunidad, colaboramos con el jardín de la escuela y realizamos un viaje de investigación con los estudiantes. En un segundo período, estuvimos involucrados con un proyecto ambiental basado en Jardines Urbanos llevado a cabo en conjunto con las comunidades.
Gracias a esta experiencia aprendí a ser paciente, a entender una cultura distinta y conocí mis límites; logré sentir la conexión con la gente y ver cómo los alumnos tienen curiosidad por saber cada vez más.
Entre los retos, el más grande fue el viaje de investigación que debíamos realizar con los estudiantes partiendo de un presupuesto limitado; el hecho de movilizarnos durante dos semanas, con bajos recursos y con diez personas hablando un lenguaje diferente, no fue fácil. En este viaje también viví una realidad india muy difícil para mí.
Por otra parte, lo más lindo fue conocer las familias locales y la bondad de su gente; siempre generosos, siempre agradeciendo lo que hacíamos, siempre abriendo las puertas de su casa sin recibir nada a cambio y los niños… los niños que me encantan y me dieron mucho amor, mucha alegría.
Esta experiencia me abrió los ojos a una realidad distinta y cambió mi perspectiva de la vida.
¿Algún consejo para los futuros Activistas en su próxima aventura?
Sean pacientes, porque la cultura y el ritmo son diferentes; disfruten y vean siempre lo bueno que tienen las cosas!
